Nota: Este artículo es una traducción de la página Sly Flourish.com cuya autoría es de Mike Shea y del cual tenéis el enlace al post original aquí. Esta traducción se realiza con su consentimiento expreso. Os invito a seguirle a través de su página Sly Flourish y su twitter @SlyFlourish o incluso apoyarle a través de su Patreon. Puedes ver otros artículos traducidos siguiendo este enlace.
«La clave para convertirse en un o una gran GM, más que ninguna otra cosa, es entender el ritmo.» Monte Cook, Your Best Game Ever
Entender el ritmo de tu partida (NdT: Aquí en castellano) puede ser la habilidad más importante que podáis aportar a vuestro juego. Hay muchas formas diferentes de mejorar vuestro ritmo pero aquí somos vagos así que vamos a optar por la más fácil de todas:
Usad un reloj.
Poned un reloj delante de vosotros cuando dirijáis vuestras partidas. Si lo necesitáis, usad un cronómetro o una alarma para llevar un control de los grandes bloques de tiempo de vuestra sesión de juego. Revisad el material que queréis dirigir en la sesión, reflexionad sobre el tiempo que os llevará hacerlo y, durante la partida, controlad si las cosas se están desarrollando a tiempo o se os están escapando. Haced un descanso a mitad de partida para reajustar vuestro material según el tiempo que os quede. Recortad lo que haga falta si lo necesitais, para llevar la partida hacia su gran conclusión. Terminar antes es mucho mejor que hacerlo tarde.
El Flujo, Tu Amigo y Enemigo
Cuando dirijimos partidas de D&D, solemos estar en un estado de «flujo». Estamos en todo. Inmersos en el juego. Atentos a los jugadores y jugadoras, pensando en sus personajes, y creando mundos a medida que los exploran. Dirijimos monstruos, nos ponemos en el lugar de nuestros villanos y nos metemos en la piel de nuestros PNJs. Estamos ocupados, y es una ocupación estupenda. Este estado de flujo, en el que estamos totalmente inmersos dirigiendo la partida, tiene muchas características pero una de las habituales es la pérdida de la noción del tiempo. Esto no nos será de ayuda cuando estemos dirigiendo con un horario.
Y ya que debemos tenerlo en cuenta la mejor manera es ayudarnos con una herramienta externa que lo haga. Un temporizador, un cronómetro o un reloj irán bien. Si se os da bien controlar el reloj, no necesitáis nada más. Si se os suele olvidar, programad una alarma cada 45 minutos o cada hora (configuradlo a volumen bajo para que solo vosotros podáis oírlo).
Durante vuestra preparación, pensad en el tiempo que os llevará dirigir varias escenas y utilizad vuestras estimaciones de tiempo para ver si vais por buen camino durante la propia partida. A veces, en una campaña en curso, no pasa nada si no se dirige cada escena. Para una partida de una sesión con un horario delimitado, perder la noción del tiempo puede ser desastroso.
Confiad en Vuestras Herramientas
Los humanos somos seres imperfectos. Algunas personas tienen un buen sentido del tiempo y otras no. Herramientas, como un cronómetro, nos ayudan a controlar el tiempo sin importar nuestro estado de flujo o los cambios en nuestra percepción del tiempo. Entender el tiempo y los ritmos puede ser de suma importancia para dirigir una partida estupenda. Coged un temporizador y vigilad el reloj cuando dirijáis vuestra próxima partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario