Cuando comencé a
escribir las primeras líneas sobre la ambientación de In Nomine
Noctis buscaba no crear una ambientación de fantasía medieval
más, de hecho ni siquiera una ambientación de fantasía medieval
oscura más. Para ello y aunque ciertos elementos puedan ser los
habituales en este tipo de juegos (razas fantásticas, monstruos o
magia), he buscado reinventar varios de sus elementos clásicos. Algo
para que un jugador no pueda afirmar "llevo un elfo"
creyendo que es la criatura tolkeniana típica, sino un elfo de In
Nomine Noctis – del mismo modo que no puedes afirmar llevar un
elfo "típico" en un mundo como Glorantha.
He pensado en las
criaturas de In Nomine Noctis como algo más que monstruos que
matar, o seres a los que arrebatar sus tesoros. Es por ello que
he hecho un acercamiento hacia lo que podemos llamar
"monstruos-trampa" o monstruos que actúan como trampas.
Bien es cierto que esto
no es nada nuevo, pero sí considero algo que quizás se ha perdido
un poco en los juegos actuales y era casi una norma en los
librojuegos de fighting fantasy o en el OD&D. Me refiero
precisamente a esos monstruos que crean sus propios cebos y son
peligrosos no por sus estadísticas en sí, sino por el lugar donde
luchan, el entorno de caza o su habitat natural, donde tienen
ventaja.
En la última entrada
sobre el testeo multitudinario del juego, los personajes se
enfrentaron a un Llorón, una criatura que tiene un cierto
parecido con un humano alto y desgarbado que puede imitar el llanto
de seres inteligentes para atraerles a su escondite y así poder
despedazarlos con sus garras o infectarles con sus lágrimas.
De igual modo otros
horrores tienen diferentes sistemas para hacer caer a los personajes en
sus trampas. Las Arañas de los Hielos crean telas para
sujetar la nieve y que hacen caer en su guarida a aquellos que no
pisan con cuidado. Los Coleccionistas son unos insectos que se
alimentan de la masa cerebral de las criaturas que cazan y son
capaces de mover las articulaciones de los cadáveres para atraer a
cualquiera que esté buscándolo en las profundidades de la tierra.
¿Qué forma mejor de
explorar un nuevo mundo de fantasía que enfrentándose a sus
criaturas "exclusivas"?
Sin embargo hay ciertas
criaturas que no tienen cabida en este mundo o que al menos aún no
se la he encontrado. No veo el sentido de poner medianos ya que no
veo lógico colocar un lugar apacible y tranquilo como la Comarca
en el mapa del Viejo Reino, y tampoco me apetece poner unos
medianos antropófagos tipo Dark Sun, porque para eso prefiero
poner duendes o criaturas feéricas u oscuras que cumplan esa función.
Del mismo modo tampoco
veo a los orcos pielesverdes aquí. Quizás sí los de la Tierra
Media o Birthright,
pero aún no me queda claro del todo. Ya veremos. Creo que hay
bastantes criaturas "genéricas" a las que se pueden
enfrentar los personajes sin necesidad de poner unos orcos que actúen
como un "saco de puntos de experiencia". Si tengo que poner
criaturas de este tipo tienen que tener una cabida y una función en
el mundo. Quizás los orcos se encuentren más allá del Muro de
Fuego o quizás directamente no existen. ¿O se extinguieron? Quién
sabe...
Por último quisiera adornar el final de esta entrada con el primer "Fan Art" creado por uno de mis jugadores con una de sus interpretaciones sobre las Máscaras de Marfil y de Ónice. Muchas gracias a Inti por el dibujo y por pensar en este juego cuando se puso a dibujarlo ;)
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