Nota: Este artículo es una traducción de la página Sly Flourish.com cuya autoría es de Mike Shea y del cual tenéis el enlace al post original aquí. Esta traducción se realiza con su consentimiento expreso. Os invito a seguirle a través de su página Sly Flourish, su mastodon @slyflourish@chirp.enworld.org o incluso apoyarle a través de su Patreon. Puedes ver otros artículos traducidos siguiendo este enlace.
¿Qué pasaría si no tuviérais acceso a las herramientas digitales que normalmente utilizáis para preparar y dirigir vuestras partidas? ¿Qué haríais? ¿Cómo os veríais en apuros?
Return of the Lazy Dungeon Master ha tenido gran acogida entre mucha gente por diferentes motivos. Uno de ellos es que las recomendaciones y los pasos descritos en Return son, en general, independientes de las herramientas que se utilicen. Podéis escribir los ocho pasos en tarjetillas, en una elegante libreta de bolsillo, en Microsoft One Note, Notion (NdT: Aquí en castellano) u Obsidian (NdT: Aquí en castellano), y funcionarán perfectamente. Los ocho pasos también son, en general, independientes del sistema. Los he utilizado para D&D 2014, D&D 2024, Numenera, Shadowdark, Shadow of the Demon Lord y otros juegos de rol. No funcionan para todos, pero sí para muchos de ellos.
Últimamente preparo mis partidas en Obsidian, respaldado por la increíble potencia innovadora de los archivos de texto, pero podría volver fácilmente a mi cuaderno Moleskine y mi bolígrafo.
Lo mismo ocurre con otras partes de mi «pila» de juegos de rol, es decir, el material que utilizo para preparar y dirigir partidas. Me gusta usar libros físicos y dados en mi mesa, ya sea virtual o presencial. Es rápido y fácil buscar cosas, especialmente si se utilizan pestañas en los libros. El uso de libros físicos me hace sentir más cerca del juego y su historia. Sé que el resto de la tecnología no afecta a mi capacidad para usar libros.
También suelo utilizar un editor de texto cuando juego en línea para llevar un registro de la iniciativa, el orden de los turnos, el orden de marcha y las distancias o zonas abstractas para el combate. Podría utilizar cincuenta editores de texto diferentes y todos funcionarían igual. Las herramientas son independientes del juego.
En las raras ocasiones en las que utilizo una mesa virtual, utilizo Owlbear Rodeo porque hace lo único que necesito: colocar fichas en un mapa. Podría utilizar Owlbear Rodeo 2.0 o alojar mi propia copia de Owlbear Legacy. Podría utilizar el mundo de juego Simple World Building para Foundry como base independiente del sistema. O simplemente puedo hacer fotos de un mapa y subirlas a nuestro chat de texto.
Para los juegos en línea, utilizo Discord para la comunicación por voz, vídeo y texto, pero probablemente podríamos cambiar a otra cosa y no echarla demasiado de menos.
El uso de herramientas independientes del sistema nos proporciona fuerza, flexibilidad y adaptabilidad (NdT: Aquí en castellano) a la hora de preparar y dirigir nuestras partidas. Las herramientas, especialmente las que son en línea, pueden fallarnos. Cuanto más nos centramos en un único conjunto de herramientas, más dependemos de ellas y más nos afecta cuando fallan.
¿Es esta la única forma de jugar? No. Conozco a muchos DJ que adoran su software perfectamente integrado y dependen de él para dirigir sus partidas. No digo que estén equivocados. Pero hay otra forma de hacerlo.