Nota: Este artículo es una traducción de la página Sly Flourish.com cuya autoría es de Mike Shea y del cual tenéis el enlace al post original aquí. Esta traducción se realiza con su consentimiento expreso. Os invito a seguirle a través de su página Sly Flourish, su mastodon @slyflourish@chirp.enworld.org o incluso apoyarle a través de su Patreon. Puedes ver otros artículos traducidos siguiendo este enlace.
Desde los primeros días de D&D, hemos visto personajes de juegos de rol que funcionan más allá de su eficacia esperada. Ya sea que inflijan el doble de daño que el siguiente personaje más poderoso o que tengan formas increíbles de inmovilizar e incapacitar a enemigos grandes y pequeños, algunos personajes son simplemente demasiado poderosos.
Hay una solución sencilla para este tipo de pesonajes. Una de dos palabras que garantiza que los encuentros sigan siendo adecuadamente desafiantes incluso cuando los personajes que se sientan a la mesa operan muy por encima de su poder normal.
Más monstruos.
Incluid más monstruos a vuestros encuentros y la amenaza aumentará. Habrá más objetivos en los que centrarse. Será más difícil controlarlos a todos. Cada monstruo adicional refuerza su lado de la economía de acciones (NdT: Aquí en castellano). Además, estos monstruos adicionales os importan menos, por lo que no supone un problema si caen pronto. De hecho, a veces querrás que lo hagan. Esto nos lleva al concepto de «pararrayos» (NdT: Aquí en castellano): monstruos diseñados específicamente para absorber las habilidades más poderosas de vuestros personajes.
Si este consejo os resulta familiar, «más monstruos» es uno de los cuatro diales descritos en los Indicadores de Dificultad de los Monstruos (NdT: Aquí en castellano).
Más Monstruos, No Monstruos Más Grandes
Uno podría sentirse tentado a utilizar monstruos más poderosos para enfrentarse a personajes demasiado fuertes, pero este cambio a menudo no ayuda. Es cierto que los monstruos más grandes tienen más puntos de golpe y sacuden más fuerte, pero a menudo son tan fáciles de controlar como los más pequeños, a menos que se añadan elementos como la resistencia legendaria de 5e. Los monstruos más grandes no impiden que vuestros personajes concentren su fuego. Más monstruos dividen su atención.
Más Monstruos Ralentizan la Batalla
El verdadero enemigo en el combate en la mayoría de los juegos de rol más tácticos como D&D o Pathfinder es el tiempo. No queremos que nuestras batallas se prolonguen más allá del disfrute que proporcionan. El tiempo es un factor importante a tener en cuenta cuando se añaden más monstruos a los encuentros para desafiar a personajes poderosos. Una forma fácil de controlar la duración de las batallas es tener a mano el indicador de puntos de golpe (NdT: Aquí en castellano). Cuando la batalla se haya prolongado más allá del disfrute que proporciona, empieza a reducir esos puntos de golpe o deja que el siguiente ataque contra un monstruo lo elimine por completo.
¿Qué Pasa con los Jefes?
Los jefes son las verdaderas víctimas en la mayoría de los juegos de rol tácticos. Un gran jefe suele durar solo unos segundos en una batalla antes de ser inmovilizado, derribado, encerrado en una jaula de fuerza, atrapado en un laberinto, desterrado, polimorfado, contrahechizado o debilitado por completo de alguna otra forma. Entonces, ¿cuál es la solución más fácil para que los jefes sigan siendo relevantes en un encuentro?
¡Más jefes!
Así es. Incluid más de un jefe. Tened varios antagonistas, PNJ con nombres extravagantes que también lancen indirectas en sus monólogos introductorios. Los personajes pueden seguir centrándose en un villano, pero podeís tener uno o dos jefes más en los que no puedan centrarse.
Añadir monstruos es mi nueva técnica favorita para muchas batallas contra jefes de alto nivel. Lanza oleadas de combatientes que incluyan muchos esbirros pequeños dignos de ser destruidos, un puñado de monstruos normales, algunos brutos grandes que controlar y múltiples jefes para repartir la ira de los personajes.
Ahí lo tenéis.
¿Queréis mantener la amenaza?
Añadid más monstruos.
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