Nota: Este artículo es una traducción de la página Sly Flourish.com cuya autoría es de Mike Shea y del cual tenéis el enlace al post original aquí. Esta traducción se realiza con su consentimiento expreso. Os invito a seguirle a través de su página Sly Flourish y su twitter @SlyFlourish o incluso apoyarle a través de su Patreon. Puedes ver otros artículos traducidos siguiendo este enlace.
A todo el mundo le pasa lo mismo. Es una noche de juegos y tus amistades vienen (ya sea en persona o por Internet). Lo sentimos en la boca del estómago. ¿Será esta la elegida? ¿Será esta la partida que se nos venga abajo? ¿Estamos atrapados como Carrie White escuchando una voz en nuestra cabeza que nos repite «¡todo el mundo se va a reír de ti!»?
Para quienes aún no han hecho DM en una partida de D&D, incluso conseguir la confianza (NdT: Aquí en castellano) para dirigir una partida se hace difícil. Pero incluso para quienes llevamos años o décadas en esto, el nerviosismo de dirigir una partida no desaparece.
Hay multitud de DMs que sienten este nerviosismo previo a la partida, independientemente de su habilidad o de su longevidad en el hobby. Es común y está bien. Estamos a punto de participar en una actuación complicada. Vamos a hacer girar un montón de platos y lanzar palabras para construir mundos que nadie ha visto antes. Vamos a gestionar las reglas y a arbitrar mecánicas complicadas y, en cierta forma, a mantenerlo todo unido para que al final de la sesión nuestras amistades se vayan con una sonrisa en la cara. Es mucho para administrar sin sentirse ansioso por ello.
Este sentimiento es normal. No pasa nada. Todos lo sentimos. Yo lo siento cada vez que me preparo para dirigir una partida. Este nerviosismo es un viejo amigo y sé dónde ponerlo. Claro que estoy nervioso, pero todo irá bien.
Si os sirve de ayuda, podéis echar un vistazo a mis cinco minutos de charla motivacional sobre D&D o a los vídeos sobre este tema «No estáis preparados» - Luchando contra la resistencia.
Aquí hay algunas cosas que trato de recordar cuando siento este nerviosismo antes de una partida:
- Mis amistades quieren que tenga éxito en esto. Me ayudarán. Nadie va a por mí.
- Pronto estaré riendo junto a mis colegas en una actividad que todos y todas disfrutamos.
- Sé lo que estoy haciendo. Ya lo he hecho antes.
- Tengo lo que necesito para dirigir la partida e ir donde la corriente la lleve.
- Cada partida es un triunfo.
- Dirigir una partida ayuda a mis amistades tanto como a mí.
- Mis colegas llevan años viniendo y siguen viniendo.
Estos breves proverbios me ayudan a mantener mi nerviosismo a raya. Me recuerdan que, como diría Steven Pressfield, mi duda es «la resistencia» y siempre sale a impedirme crear cosas.
Confíad en vuestro Sistema
Creo que el Retorno del Dungeon Master Vago es popular porque ofrece a los y las DMs un sistema -cualquier sistema- que funciona lo bastante bien como para preparar y dirigir partidas. No pretendo que los ocho pasos de Retorno sean la solución definitiva para la preparación de cualquier dungeon master, pero el sistema puede funcionar y funciona para muchos y muchas, incluido yo mismo. Creo que Retorno es un trozo de madera a la deriva en un río de creatividad indomable. Nos da una estructura para construir nuestras partidas.
Tener un sistema, cualquier sistema, ayuda a controlar el nerviosismo previo a la partida. Podemos canalizar ese nerviosismo en la preparación del juego. Si no tenemos un sistema, esa preparación se convierte en un agujero sin fondo en el que caen multitud de DMs. Preparan y preparan y preparan, sacando su nerviosismo y dando vueltas en todo tipo de direcciones - muchas de las cuales no tienen valor para el juego que planean dirigir. Se empeñan tanto en organizar sesiones enteras que no hay espacio para que la historia se desvíe, gire y respire a medida que el juego toma nuevas direcciones.
Un esquema como el de los ocho pasos nos ayuda a sentirnos preparados para una partida, pero sin atarlo tan estrechamente que nos volvamos locos si la partida va en una dirección para la que no estábamos preparados.
Sea cual sea el sistema que elijáis, centraos en lo que necesitáis y aseguraos de que hay un fin para vuestra preparación que no sea consumir todas las horas que tengáis hasta que llegue el momento de dirigir la partida.
Encontrad vuestros Trucos
¿Qué os ayuda a superar el nerviosismo que sentís antes de la partida? ¿Qué proverbios usáis? ¿Qué rituales realizáis? Tened en cuenta que el nerviosismo estará presente antes de vuestra próxima partida y pensad en lo que debéis hacer para afrontarlo. Tanto si se trata de una serie de pasos de preparación como de un puñado de mantras que os recuerden que todo el mundo está aquí para pasar un buen rato, tened en cuenta estas herramientas que os ayudarán a afrontar el nerviosismo previo a la partida.
He de admitir que a mí también me ha pasado lo de pensar que llego a una partida sin estar lo suficientemente preparado, aunque luego por lo general no es así. Hombre, nadie está a salvo de una sesión no del todo brillante o incluso mala a rabiar ;), pero creo que los breves proverbios que comenta el autor son bastante buenos. Sobre todo el primero: los jugadores no van a por ti. Todos van a ayudar a que la cosa salga lo mejor posible. Cosa distinta es que estuviéramos hablando de algo de trabajo; ahí sí que pueden ir a por ti y exigirte que justifiques tu sueldo xD. Pero, ¿en una partida de rol? A ver, que aquí hemos venido a divertirnos. Lo peor que puede suceder es que perdamos el tiempo o nos aburramos.
ResponderEliminarCreo que es importante también pensar que la diversión no es cosa únicamente del director de juego. Los jugadores también tienen que poner de su parte. Es una actividad grupal.
Normalmente creo que terminamos cargando con mucha más «responsabilidad» sobre la partida o somos un poco «codiciosos» con la historia en lugar de ser conscientes de que es un juego coral donde todas las personas que participan van a aportar a la historia ya sea con sus decisiones o con los retos que se plantean. A mí personalmente me ayuda bastante seguir varios de los pasos de RotLDM, especialmente preparando los secretos y las escenas potenciales. Con 10 de cada uno ya funciono con muchísima menos presión (y suelo sentir mucha).
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