Nota: Este artículo es una traducción de la página Sly Flourish.com cuya autoría es de Mike Shea y del cual tenéis el enlace al post original aquí. Esta traducción se realiza con su consentimiento expreso. Os invito a seguirle a través de su página Sly Flourish, su mastodon @slyflourish@chirp.enworld.org o incluso apoyarle a través de su Patreon. Puedes ver otros artículos traducidos siguiendo este enlace.
Durante 2020 y 2021, hubo multitud de DMs, jugadores y jugadoras que aprendieron a jugar a D&D en línea (NdT: Aquí en castellano) por primera vez. Lleva tiempo acostumbrarse a dirigir partidas por internet. En particular, es importante que los jugadores y jugadoras aprendan a no hablar unos por encima de otros. Hablar por encima de los demás es perjudicial en persona, pero es catastrófico en línea. Ginni Di tiene un excelente video que incluye este tema llamado «Cómo hacer que D&D en linea apeste menos». Lo recomiendo encarecidamente.
Cuanto más juguemos en línea, más aprenderemos a gestionar esto. Pero el proceso de aprendizaje crea un subproducto desagradable. Los jugadores y jugadoras se quedan en silencio la mayor parte del tiempo. La forma más fácil de no hablar por encima de otra persona es no hablar.
Esto puede tener un efecto desconcertante en nuestra partida. Podemos describir una situación poderosa y evocadora y entregar la historia a los personajes con un «¿qué hacéis?» y obtener el silencio como respuesta. Nadie habla porque todo el mundo tiene miedo de hablar por encima de los demás. Este silencio puede quitarle mucho dramatismo a la situación.
Hay un truco fácil que podemos utilizar para salir de esta situación. Interpelad a los jugadores y jugadoras individualmente para que respondan a la situación.
En lugar de preguntar al grupo en general «¿qué hacéis?», preguntad «Myria, ¿qué piensas de la situación?».
Normalmente, con una pregunta de este tipo, presionamos para que se actúe, pero ya que estamos interpelando a los jugadores o jugadoras, y podríamos darles la oportunidad de pensar antes de actuar. La pregunta «¿Qué hacéis?» podría ser mejor si se formulara como «¿Qué pensáis?». Esto da al jugador o jugadora la oportunidad de reflexionar en voz alta o de discutirlo con el resto.
Elegid a Quién Interpelar
Cuando dirijáis vuestras partidas, tened siempre a mano una lista de los personajes y jugadores o jugadoras. Es útil para muchos propósitos, uno de ellos es recordaros a quiénes no habéis tenido en cuenta desde hace tiempo.
Dirigios al jugador o jugadora del personaje del que hace tiempo que no sabéis nada. También podemos tomar una lección de Dungeon World y dirigirnos al personaje, no al jugador o jugadora para no salirnos del mundo de juego.
No tenéis que ser demasiado estrictos a la hora de aseguraros de que habéis preguntado a todos los jugadores o jugadoras por turnos, pero ayuda a alternar a quiénes preguntáis.
También podemos avisar al siguiente personaje que le vamos a preguntar después. Este tipo de interpelación «sobre la marcha» es útil tanto para la exploración como para la intepretación o el combate. Hace que el siguiente jugador o jugadora piense en lo que está pasando y prepare una respuesta mientras el jugador o jugadora actual discute la situación.
Por último, informad a los jugadores y jugadoras de que haréis esto, y por qué, para que no coja a nadie por sorpresa cuando lo utilicéis.
Cómo Hacer que los Jugadores o Jugadoras Vuelvan al Mundo
Este truco también ayuda a que los jugadores y jugadoras vuelvan a la partida si su mente se distrae. No hay que avergonzar a los jugadores o jugadoras por dispersarse. También es su momento de diversión. En cambio, si vemos que se han alejado de la historia, recordadles la situación actual, sus objetivos y sus opciones.
Interpelad a los Jugadores o Jugadoras
Al interpelar a cada jugador o jugadora individualmente, la partida recupera la dinámica de juego que muchos disfrutamos en una mesa física. La próxima vez que juguéis en línea, comprobad vuestra lista e interpelad a los jugadores y jugadoras. En lugar de preguntar «¿qué hacéis?», planteadlo como «Sylsaren, ¿qué piensas tú?».
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